El enfado aparece para contarnos que alguien ha sobrepasado un límite. Ese límite se ha podido establecer conscientemente o ser un límite derivado del hábito. Por otro lado, la persona que ha traspasado el límite poder ser alguien ajeno o podríamos ser nosotros, con lo que nos enfadaríamos con nosotros mismos. Sigue leyendo